Querida Patricia

By B.M - marzo 11, 2019

Querida y adorada Patricia,
con quien siempre tengo el gusto de desahogarme y poder ser.


Hace casi ya un mes de no hablar con él. Para informar mejor, nunca volvió a contestarme y nunca supe que fué. A lo largo de éste tiempo silencioso, entre su apretado tiempo me di cuenta que tenías razón aquella vez que me dijiste "Siempre hay tiempo para todo", mientras yo estaba ahogándome en la ansiedad con pendientes, entre tareas de casa y de la escuela, le recordaba, aquellos 5 minutos de descanso me hubiera fascinado hablarle. 5 minutos no son de mi talla para hablarme, para aclararme. 

Así que nunca supe que fué de nosotros. Pienso que él espera a que llegue decidida a "quererle", abriendo la puerta agitada y con el corazón en la mano dispuesta a todo como en esas películas de romance, tu sabes ¿no?. O probablemente con una excusa en mano, hablar como si no hubiese pasado nada. Créeme, no me hubiera costado nada hacerlo, no me hubiera costado nada quererle como él quería, adivinar sus contradicciones, mi orgullo no me pesaba nunca si de él se trataba. 

¿Que te puedo decir para que no me regañes? 

Le extraño mucho, le quería un montón, me acostumbré a escucharle todas las noches, y al igual que eso, éste mes me acostumbré a preocuparme por alguien que sólo se había preocupado por sí mismo. Hubiera podido anunciarte la buena noticia de que llevaba días sin pensarle un poco, sin embargo, antier después de ver una de mis series favoritas de acción, me fui a dormir y soñé con un mensaje nuevo de él en mi bandeja... y discutíamos por algo que jamás discutimos, dudo que antes hayamos discutido de forma real, pero mi subconsciente creó el escenario ideal, había querido por muchos días saber que había sucedido muy en el fondo de él, y en mi sueño estábamos él y yo, más que nada yo intentando resolver algo que tal vez, nunca tuvo sentido resolver. Me rompió un poco eso al despertar, tuve que refugiarme en un libro de cuentos por dos horas para volver en mí. Acepté el hecho de drenar el dolor que me estaba negando a sentir mientras leía llorando y cómo siempre, porque puedo, volví a mi postura de siempre. 

Ayer no le pensé nada, igualmente tuve mi segundo sueño...

Una irremediable y bella conexión entre los dos, eramos nuestra pareja de una fiesta de año nuevo. Siempre te platiqué sobre lo simbólico que es ir a una fiesta de año nuevo con alguien ¿verdad? Vestía ese rojo mate pegado que tanto me había gustado cuando lo vi en Liverpool pero que probablemente no podría pagarlo nunca, entonces él decía lo bien que me veía esa noche, lo cual no me sorprendería, tu y yo sabemos que siempre para lucir bien en una fiesta, soy dedicada, por él hubiera hecho mi mejor esfuerzo. Él también lucía bien para mí. Demasiado bien, como siempre. Nuestras conversaciones no salían de detalles que nadie a lo lejos imaginaría que hablábamos ,seguíamos batallando un poco en esos silencios que tanto pasaba en la vida real, pero el estar siempre fue mutuo. 

Cuando salimos de la fiesta y fuimos a un parque para que él fumara, me senté en el columpio de una casa de juegos, la noche era bastante negra, pensé en tomar un cigarro también pero no tenía ninguna necesidad, ni ganas,  para mi sorpresa y consuelo pude ver el eclipse lunar de nuestra primera salida, esa que jamás vi, en el cielo bastante cerca y tan pronto como la vi, un sentimiento de profunda tristeza me invadió como si me pesara el pecho(como siempre). Él había adoptado una postura bastante seria, creo que intuyó lo que sentí y una mirada quizás triste me mostró, me miró a los ojos, soltó el cigarro con desinterés y me dijo algo que ya me había dicho fuera de mis propios sueños "Yo sólo soy bueno aquí, eso lo sabes,  me da envidia la genial  pareja que haríamos, como lo somos aquí, apuesto a que seríamos demasiado buenos en que esto tratara de funcionar, todo se ve tan bien por aquí, lamento eso" luego echó una risa que no pude entender, sólo cuando sentí que echó el suspiro de que no había nada más que hacer le contesté casi a mí misma "Déjame quererte un poco más, entonces ya no me verás y podrás seguir haciendo lo que siempre haz hecho con seguridad, al menos estos 10 minutos que me quedan", miré a mi alrededor y no había nadie. Desperté, aún faltaban 9 minutos. 

No había ninguna verdad que resolver. 



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Origen: https://bit.ly/2XTSppJ






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